jueves, 12 de abril de 2012

Ana Messuti


Escrito por Pablo Juárez 
Miércoles, 28 de Marzo de 2012
Entrevista a la abogada que lleva a la Justicia argentina causas de crímenes del franquismo
Sostiene que la Argentina, como otros países, ejerce la jurisdicción universal. Reconoce que, tras el juicio a Baltasar Garzón, en España no se pueden juzgar los crímenes del franquismo.
Messuti pasó por Salta días atrás gracias a la invitación para una conferencia de la Asociación Salteña de Estudios Penales.
Aprovechó para invitar a los familiares de víctimas del franquismo a sumarse a la querella. Escribir a anamessuti@gmail.com
En base a su investigación y querella, ¿qué fue el franquismo para la historia?
Una experiencia espantosa. Hay gente que lo podrá defender, pero se puede decir que fue un holocausto lento. Respondía a un plan de exterminio de todos los que no pensaban como el caudillo. Fue una tragedia para el país, no solo por la pérdida de los ideales republicanos y de la República en sí. Murieron miles de personas por el trabajo esclavo y las condiciones carcelarias, y aún hay gente que no tiene sus cadáveres para darles digna sepultura. No se trata de cerrar heridas y de olvidar. Las heridas están abiertas.
Hay gente que pide no mirar el pasado y seguir para adelante, ¿cuál es la importancia de la memoria?
¿La justicia para dónde mira? Para el pasado. Mira para restablecer una situación que no debería haber sido como fue, para reparar.
Cuando renunciamos a esa reparación, renunciamos a la justicia. Esa gente que pide que no miremos el pasado nos está diciendo en realidad, y sobre todo a la pobre gente que no sabe dónde están sus deudos, que caminen sobre los cadáveres de sus seres queridos. Esas personas no se murieron en un terremoto, fueron asesinadas.
En Argentina se pudo avanzar en la causa de derechos humanos, ¿cómo evalúa ese proceso?, ¿cómo es la situación en España?
La Argentina, en todo el ámbito penal de derechos humanos y derecho penal internacional, es un ejemplo. Los juicios se llevan a cabo, con más o menos dificultades o prisa. Eso en la población repercute. La Argentina se destaca en el plano internacional.
En cambio, España vive una situación muy triste porque el juez referente (Baltasar Garzón), que intentó hacerlo, fue puesto en el banquillo.
La sentencia del Tribunal Supremo es curiosa porque lo absuelve. Sin embargo, nadie puede alegrarse; el juez ya estaba condenado por otra sentencia. Esto significa que el Supremo no se quiere comprometer a condenarlo por haber juzgado al franquismo. Pero dice algo que es más grave, que se equivocó. Lo que el Tribunal considera desde el punto de vista jurídico español, un error, para la justicia internacional es un acierto.
En España hubo un período de transición que se considera modelo porque ha podido pasar de la dictadura a la democracia, y con una ley de amnistía. Pero las víctimas directas no lo pueden considerar modelo porque no se hizo justicia. La amnistía para el derecho penal internacional no es admisible en los crímenes de lesa humanidad, y eso es claro.
Este caso quiero compartirlo. Jesús Puello tenía que declarar cuando Garzón estaba en el banquillo. El no quería llorar ante sus enemigos, quienes enjuiciaban al juez que lo escuchó inicialmente. Jesús pasó toda su vida, inclusive mandó cartas al rey, pidiendo que le devolvieran los restos de su padre. Entonces comenzó a practicar y memorizar lo que tenía que declarar. Nunca llegó, porque murió unos días antes.
¿Qué rasgos quedan de esos modelos autoritarios?
Hay muchas cosas que persisten. No sé aquí, yo estoy más allá. Y se ve en diversas actitudes. Más que nada es una actitud política de rechazo a la investigación judicial, esas ganas de tirar arena sobre los recuerdos. Ya no se observa tanto en las costumbres, como el machismo.
En España están los que quieren olvidar y los que quieren justicia. Pensá: hay una ecuación que es olvido - silencio, memoria - palabra. El derecho es la palabra. El instrumento fundamental del derecho es el lenguaje.
¿Qué caso puede compartir de las querellas en Argentina?
Uno de los querellantes se dirigió por su padre y su tío que fueron torturados y fusilados en Madrid, al poco tiempo de la caída de la República. Apenas cumplió 15 años arrancó su militancia, y cayó 15 veces preso. Ahora está cerca de los 80 y tiene la voluntad de reivindicar que haya justicia.
¿Cómo padeció la mujer el franquismo?
La mujer del franquismo era con suerte marginada. La mujer republicana era encarcelada o asesinada. También era objeto de experimentos. El médico Vallejo Nájera consideraba que tenían un problema genético y neurológico, entonces decía que había que quitarle los niños.
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Fuente: El Tribuno

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